jueves, 2 de junio de 2016

18 AÑOS CON EL MISMO REGALO

El extinto Chávez y su heredero Maduro, si en algo se parecen es en sus gustos por ofrecer el mismo regalo. Gusto raro y nada académico, de mandar a enrollar bien enrolladito y mandar a meterselo por donde le quepan cada cosa que se le ocurra.

Afortunado Almagro, que el tipo ahora es presidente y no chofer de autobús, porque quizá no le mandara a meter la carta si no quizá que cosa se le ocurriría.

Este ejemplo de juventudes, presidente de la república Bolivariana de Venezuela, hace pensar que Simón Rodríguez y Andrés Bello perdieron su tiempo intentando impartir conocimientos, tratando de meternos en la cabeza el saber o Carreño con su manual de buenas costumbres. Quizá pudieron haber llegado a ser presidentes si se hubiesen dedicado a mandar a meternos por donde nos quepan cuanta cosa hubiesen pensado.

Por ejemplo, Maduro ha hecho que nos metamos por donde nos quepa la lista de alimentos que hacíamos semanal, las recetas de medicamentos que nos prescriben, los repuestos de cualquier cosa, las listas escolares, uniformes y un largo etcétera. 

Nos ha simplificado la vida, ya no hay porque pensar en vivir bien, sino como se pueda y con lo que se consiga. Nos han cambiado la oportunidad de vivir por la necesidad de sobrevivir, es decir nos han mandado a meter por donde nos quepa nuestros derechos a vivir con calidad y el futuro de nuestra familia.

Ojalá los venezolanos no estemos buscando el sitio por dónde meternos lo que se le ocurra a Maduro, sino las oportunidades de sacarnos ese inmenso fardo, o la digna decisión de sacarlos constitucionalmente como sea y por donde sea.

Edgar Luzardo Añez
2-jun-2016

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