Pa' que vos veáis, un día
cualesquiera.
El siguiente es un pequeño relato,
es la descripción del día a día de cualquier venezolano,
sometido a las mil y una penurias. Es una descripción real.
es la descripción del día a día de cualquier venezolano,
sometido a las mil y una penurias. Es una descripción real.
No es cuento, no es invento, no es
drama, ni novela.
7am. Un
día cualesquiera en Maracaibo, dispongo a cruzar a pie el barrio que antes tuvo
tres líneas de autobuses, tres líneas de taxis y autos por puestos, para llegar
a la avenida principal y tomar transporte al Centro Comercial Galerías
Mall y luego enlace vía destino.
Varias
alternativas de transporte dispuestas, todas peor que las otras, denigrantes
ofertas acompañadas de un maromero que grita precios según destino y ayuda a
entrar con un cordial empujón.
Luego en el
Centro Comercial hice uso de lo que en un tiempo debió ser un autobús. La
capacidad de aquel desastre es de 45 personas mal sentadas y 45 paradas en el
pasillo, que ofrecen los más variados olores y sabores, al no poder evitar
colocar en tu cara las vitualla y aperos que por necesidad deben llevar los
demás usuarios.
Algo
curioso fue presenciar el desplante del conductor al decir: "si no se
acomodan no arrancó hasta agotar el tiempo", un esfuerzo llamado chantaje
para consolidar su abuso; todo pasa con la colaboración del fiscal del IMTCUMA
quien en apoyo a su benefactor agregó "señores colaboren"… típico
caso donde lo ilegal se convierte en requisito.
Es
asombroso como en cada parada se exige rapidez al desembarcar a quienes van
como sardinas enlatadas y se agregan más pasajeros.
Al llegar
a destino imitando a los anteriores usuarios, aplique técnicas de escapes para
salir, superado el calvario sentí alivio e indignación, mezcla de impotencia,
que luego se transformó al escuchar en el sitio de destino "se fue la
electricidad".
Segundo
respiro y nuevo impulso me motivan hacer otras cosas pendientes y continuó la
ruta a pie, buscando tertulia con ocasionales compañeros de infortunio, para
aligerar la carga.
Llegando a
la esquina de las gasolineras ante unas gigantescas colas, exclama el ocasional
compañero "esos están peores", y pregunté en voz alta "quieres
decir que si me compro un vehículo me va peor" y me contestó "Pa' que
vos veáis".
PA' QUE
VOS VEAÍS abrió mil interrogantes, aumento y aceleró mis preocupaciones.
Hay cosas
peores que las que pasó el capitán de corbeta y su familia, que las del joven
que le sacaron sus ojos, que estos miserables 20 años de sufrimientos, dolor,
destrucción moral y material.
Pa' que
vos veáis es una claudicación o motivos para reaccionar.
Pa' que
vos veáis es una razón para que burros del mismo pelo se reúnan a negociar nuestra
libertad y el futuro de la familia.
De donde
sale esa pretensión de jugar con el dolor ajeno aduciendo una representación
negada con déficit de credibilidad y muchos sin ninguna.
El venezolano
no quiere guerra, deseamos paz y progreso, por eso nos hemos apegado a la Constitución
y Acuerdos Internacionales, pidiendo ayuda, SOS, AUXILIO.
Nos están
asesinando, acaban con Venezuela.
Queremos
LIBERTAD, PROGRESO, VIDA DIGNA. Esto no se negocia, ni el PEOR ES NADA es
alternativa.
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