martes, 16 de julio de 2019

UN DÍA CUALESQUIERA

Pa' que vos veáis, un día cualesquiera.

El siguiente es un pequeño relato, 
es la descripción del día a día de cualquier venezolano, 
sometido a las mil y una penurias. Es una descripción real.
No es cuento, no es invento, no es drama, ni novela.

7am. Un día cualesquiera en Maracaibo, dispongo a cruzar a pie el barrio que antes tuvo tres líneas de autobuses, tres líneas de taxis y autos por puestos, para llegar a la avenida principal y tomar transporte al Centro Comercial Galerías Mall y luego enlace vía destino.

Varias alternativas de transporte dispuestas, todas peor que las otras, denigrantes ofertas acompañadas de un maromero que grita precios según destino y ayuda a entrar con un cordial empujón.

Luego en el Centro Comercial hice uso de lo que en un tiempo debió ser un autobús. La capacidad de aquel desastre es de 45 personas mal sentadas y 45 paradas en el pasillo, que ofrecen los más variados olores y sabores, al no poder evitar colocar en tu cara las vitualla y aperos que por necesidad deben llevar los demás usuarios.

Algo curioso fue presenciar el desplante del conductor al decir: "si no se acomodan no arrancó hasta agotar el tiempo", un esfuerzo llamado chantaje para consolidar su abuso; todo pasa con la colaboración del fiscal del IMTCUMA quien en apoyo a su benefactor agregó "señores colaboren"… típico caso donde lo ilegal se convierte en requisito.

Es asombroso como en cada parada se exige rapidez al desembarcar a quienes van como sardinas enlatadas y se agregan más pasajeros.

Al llegar a destino imitando a los anteriores usuarios, aplique técnicas de escapes para salir, superado el calvario sentí alivio e indignación, mezcla de impotencia, que luego se transformó al escuchar en el sitio de destino "se fue la electricidad".

Segundo respiro y nuevo impulso me motivan hacer otras cosas pendientes y continuó la ruta a pie, buscando tertulia con ocasionales compañeros de infortunio, para aligerar la carga.

Llegando a la esquina de las gasolineras ante unas gigantescas colas, exclama el ocasional compañero "esos están peores", y pregunté en voz alta "quieres decir que si me compro un vehículo me va peor" y me contestó "Pa' que vos veáis".

PA' QUE VOS VEAÍS abrió mil interrogantes, aumento y aceleró mis preocupaciones.
Hay cosas peores que las que pasó el capitán de corbeta y su familia, que las del joven que le sacaron sus ojos, que estos miserables 20 años de sufrimientos, dolor, destrucción moral y material.

Pa' que vos veáis es una claudicación o motivos para reaccionar.

Pa' que vos veáis es una razón para que burros del mismo pelo se reúnan a negociar nuestra libertad y el futuro de la familia.

De donde sale esa pretensión de jugar con el dolor ajeno aduciendo una representación negada con déficit de credibilidad y muchos sin ninguna.

El venezolano no quiere guerra, deseamos paz y progreso, por eso nos hemos apegado a la Constitución y Acuerdos Internacionales, pidiendo ayuda, SOS, AUXILIO.

Nos están asesinando, acaban con Venezuela.

Queremos LIBERTAD, PROGRESO, VIDA DIGNA. Esto no se negocia, ni el PEOR ES NADA es alternativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario