martes, 18 de agosto de 2015

NEPOTISMO CHAVISTA EN VENEZUELA

ABC de España.
Opinión


NEPOTISMO CHAVISTA EN VENEZUELA

El chavismo sin Hugo Chávez no es más que una maquinaria corrupta e ineficiente con el único objetivo de mantenerse en el poder

La familia que abusa del poder unida, permanece unida. El nepotismo no es nada nuevo en el régimen chavista, pero se ha acentuado de forma exponencial desde la desaparición de Hugo Chávez. Esposas, hermanos y demás familia de los principales dirigentes venezolanos adscritos al chavismo se apoltronan en los cargos públicos sencillamente para aprovecharse de los beneficios del poder. En la hoja de ruta al socialismo, lo que el régimen llama «Plan de la Patria», los familiares y amigos de los dos referentes del poder, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, ocupan los primeros puestos y los cargos más confortables, sin que la opinión pública venezolana tenga siquiera la posibilidad de conocer ni las condiciones ni los salarios que perciben. Muchas veces los cargos se atribuyen en condiciones que contradicen abiertamente las prescripciones legales. Y el chavismo ni siquiera intenta disimularlo.

Una de las características comunes a todos los regímenes totalitarios es precisamente esta ignorancia del derecho y la transformación del poder en un mecanismo corrupto para hacer favores a los partidarios y, al mismo tiempo, reprimir a aquellos que intentan oponerse y criticar estas prácticas. Con esa misma prodigalidad, Maduro nombra altos cargos a las esposas de sus fieles (la suya, la primera, que va a ser candidata en una circunscripción en la que no reside, violando la legislación electoral).

El chavismo sin Hugo Chávez no es más que una maquinaria corrupta e ineficiente con el único objetivo de mantenerse en el poder. Algunos de los más altos responsables del régimen están siendo investigados en Estados Unidos por narcotráfico; y se prohíbe difundir los datos sobre la catástrofe económica que está asfixiando a los venezolanos. En este ambiente, al entorno de Maduro no le queda más remedio que echar mano de la familia para mantener las riendas del poder a pesar del ambiente cada vez más hostil. Las fidelidades se miden en cuentas corrientes y en favores políticos. Las instituciones están al servicio de la ideología, es decir, de los fieles, y finalmente de los más cercanos familiares.

Las elecciones del próximo diciembre serán definitivas para el futuro de Venezuela, porque existen por primera vez expectativas razonables para una derrota del chavismo siempre que la oposición democrática se mantenga unida. Una vez consumado el necesario cambio, el problema será cómo salvar a un país cuya economía está arrasada y cuyas instituciones han sido pervertidas en nombre de una ideología caduca además de perniciosa y, en última instancia, utilizada al servicio de la familia. De la familia de Maduro, de Cabello y del desaparecido Chávez, por supuesto.

http://kioskoymas.abc.es/noticias/opinion-editoriales/20150817/abcp-nepotismo-chavista-venezuelanepotismo-chavista-20150817.html


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